Capítulo 287
Cuando Anastasia se giro, vio a dos invitadas mayores paradas cerca de la piscina. Su atención estaba enfocada en Helen, quien parecía estar ahogándose y batallaba por mantenerse a flote.
-A-ayuda, no puedo nadar… — pidió con una voz muy débil.
-Señorita, cicómo pudiste empujar a alguien al agua!? iDeberías ir por ella y salvarla! -ordenó una de las invitadas, quien miró a Anastasia, culpándola.
En ese momento, Anastasia se dio cuenta de que caminó directo a la trampa que Helen y Érica pusieron. Ahora que Helen se dejó caer al agua mientras que las dos testigos de Erica estaban ahí, Anastasia quedó como la perpetradora. La situación se volvió crítica cuando Helen comenzó a hundirse en la parte honda de la piscina.
Mientras tanto, las dos invitadas rodeaban la piscina, ansiosas, pues ellas tampoco sabían nadar. A pesar de que Anastasia odiara por completo a Helen, no podía arruinar la vida de alguien en el cumpleaños de la señora Palomares, por lo que se quitó los tacones y brinco al agua. Nadó hacia Helen y trató de sacarla a la superficie.
Helen se sorprendió al ver a Anastasia. Mientras batallaba por llegar a ella, una idea comenzó a desarrollarse en su mente. Justo cuando Anastasia la tomó del brazo, ella la tiró con fuerza hacia el agua y presionó su cabeza contra la piscina.
«No habrá a nadie a quien culpar si Anastasia se ahoga intentando salvarme. De hecho, la gente solo la culpará a ella por su estupidez al tratar de rescatar a alguien cuando ni siquiera puede nadar!».
Helen solo se atrevió a saltar a la piscina porque tenía la confianza de que no se ahogaría. Había tomado, hace poco, lecciones de natación para ponerse en forma, así que sabía que estaría bien por la instrucción que había recibido de su entrenador personal. Por su parte, Anastasia se hundió más en la piscina, sintiéndose al borde de la muerte.
« iHelen intenta matarme!».
Anastasia se dio cuenta de que Helen podía nadar cuando se estuvo acercando a ella, pero no pudo reaccionar bien ante eso porque sus pulmones ya se estaban quedando sin aire. Era obvio que Helen aprovecharía esta oportunidad para ahogarla. Por otro lado, apenas podía escuchar los gritos de las otras dos invitadas.
Por otro lado, Ray también rescató a Helen de la piscina, pero para ella no se requirió dar más auxilio. Helen tampoco quería recibirlo de Ray, sobre todo cuando Elías estaba frente a ella, por lo que pretendió toser la bocanada de agua y abrió sus ojos con pesadez.
-La señorita Sarabia está despierta -informó Ray.
No obstante, Elías no puso atención a sus palabras, pues estaba ocupado rescatando a Anastasia a su lado. Continuó con la respiración boca a boca mientras llamaba su nombre con ansiedad.
-Anastasia… iAnastasia, despierta! Por favor, no me asustes.
Los ojos de Helen brillaron con odio cuando vio eso. El plan original era que ella sería la única que cayera a la piscina, para que así Elías la rescatara. Nunca anticipó que Anastasia trataría de salvarla, por lo que decidió ahogarla cuando lo hizo; sin embargo, Elías había llegado muy pronto.
Comments
The readers' comments on the novel: ¿Tuvimos un hijo