Capítulo 868
“Antes de que me olvide…”
Justo cuando se iba, Tobias le gritó a Maxine: “Espera”.
“¿Pasa algo, abuelo?”
Tobias se volvió hacia ella. “También eres alguien que es muy competente en artes marciales. Siéntete libre de ir al sótano si no tienes nada mejor que hacer. Será una gran oportunidad de aprendizaje para ti también”.
Maxine se arrodilló en el suelo con reverencia y dijo: “No soy digno”.
Tobias le hizo señas para que se pusiera de pie. “Te doy permiso expreso para que hagas lo que creas conveniente…” “Pero abuelo… no soy un verdadero Caden. No tengo sangre Caden corriendo por mis venas. Las enseñanzas ancestrales eran específicas sobre… Maxine jugueteó con el dobladillo de su vestido.
Tobias levantó la mano para interrumpirla. “¿De qué sirve seguir enseñanzas ancestrales rígidas y obsoletas? Incluso si no eres un Caden por herencia, prácticamente fuiste criado como un Caden desde que eras niño. Te considero mi propia nieta. Todos estos años, te has quedado a mi lado ideando planes y estrategias para mí. Además, simplemente te estoy permitiendo probar suerte con el enigma. Si aprendes algo o no, dependerá de tu propia habilidad”.
“Entendí.”
Maxine se levantó lentamente.
Tobias la despidió. “Eres libre de irte.”
Maxine se fue rápidamente al sótano.
Después de que ella se fue, Tobias miró a lo lejos y reflexionó sobre lo que Maxine había dicho antes.
La especulación de Maxine no era del todo infundada.
Si Thomas realmente todavía estuviera vivo, todo tendría perfecto sentido.
“Esperemos que realmente no sea él”.
Tobias murmuró sombríamente.
Luego, se puso de pie y se fue.
En el sótano subterráneo…
Después de tomarse un tiempo para descansar, James pudo volver a pensar con claridad.
Examinó el diagrama una vez más, pero no pudo extraer nada útil de él. Finalmente, su mirada se movió hacia las Flores iluminadas por la luna junto a Cliffside’s Edge en la pared.
James murmuró suavemente.
Estaba perdido en la contemplación.
Después de un tiempo, su proceso de pensamiento fue interrumpido por el sonido de pasos que se acercaban.
“Es hora de tu comida, James”.
Una dulce voz lo llamó por su nombre.
Volviendo a la realidad, James giró su silla de ruedas y vio a Maxine caminando hacia él con su comida.
Dejando los platos en el suelo, Maxine preguntó con curiosidad: “¿Cómo te va? ¿Algún nuevo descubrimiento?
James miró hacia abajo y sonrió con amargura. “Tenía la sensación de que esto no iba a ser una tarea fácil. De lo contrario, se habrían dado cuenta de esto hace mucho tiempo”.
“Tiene un punto.”
Maxine asintió pensativa y luego recogió algunos utensilios. “Debes estar hambriento. Toma, come algo. Es difícil trabajar con el estómago vacío”.
Comments
The readers' comments on the novel: El General Todopoderoso de Dragón